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Un recorrido guiado por la Basílica de San Pedro

El mito de Agripa: ¿Quién fue el hombre detrás del Panteón de Roma?

Nacido en el 63 a. C., en una zona rural a las afueras de Roma, poco podría imaginarse Marco Vipsanio Agripa que a día de hoy seguiríamos repitiendo su nombre. Perteneciente a una modesta familia, pronto empezó a destacar como general y político, pero sus habilidades no solo se limitaban a la estrategia y la batalla, la arquitectura jugaría un papel fundamental en su vida y, gracias a ello, estamos escribiendo estas líneas. ¿Quieres saber más con su vinculación al Panteón de Roma? Te la contamos.

Los inicios de Agripa: su aprendizaje

La casualidad quiso que durante su formación Agripa coincidiera con Octaviano, a quien luego conoceríamos como el emperador César Augusto. Ambos, durante su educación, desarrollaron una fuerte amistad, algo que salvó al hermano mayor de Marco Agripa, que había sido capturado en el bando contrario a Julio César en la segunda guerra civil.

Marco se mantuvo siempre fiel a Julio César, quien le recompensó mandándolo a estudiar con las legiones Macedonias junto con el propio Octavio. Aquí aprendió arquitectura, pero también destacó gracias a su capacidad para liderar masas.

Agripa como político y guerrero

Pocos meses después de haber empezado sus estudios, llegaron las noticias del asesinato de Julio César, por lo que Octaviano marchó a Roma, donde, nombrado sucesor, tomó el nombre de Cayo Julio César Octaviano. Este pronto se dio cuenta de que necesitaría legiones, así que contó con Agripa para reclutar las tropas, pero no fue para lo único para lo que le solicitó.

Este también tuvo que tomar partido en el caso contra Cayo Casio Longino, el asesino de Julio César, por lo que podemos intuir la gran importancia que tenía Agripa para Octaviano. Además, en ese año, también fue elegido Tributo de la Plebe, por lo que definitivamente entraba a formar parte del Senado Romano.

Mientras Augusto planeaba consolidar su poder, Agripa fue el hombre que lo ayudó a llevar esos planes a cabo en el campo de batalla. Una de las hazañas militares más importantes fue su papel en la batalla de Actium en el 31 a.C., donde derrotó al ejército de Marco Antonio y Cleopatra.

Esta victoria decisiva aseguró el control de Augusto sobre el Imperio Romano y selló la caída de sus rivales. Agripa, como comandante de la flota, mostró una pericia naval sobresaliente. Su conocimiento táctico y su capacidad para innovar en la guerra marítima —como la construcción de barcos con mejores características para la batalla, lo que le da crédito como futuro ideador del Panteón de Roma— le aseguraron el éxito.

Sin embargo, Agripa siempre permaneció en un segundo plano, prefiriendo servir a Roma desde las sombras, en lugar de buscar el poder para sí mismo.

Agripa: el constructor del Panteón de Roma

Como decíamos a principios de este artículo, si bien Agripa fue un político y militar excepcional, hay algo por lo que no podemos olvidarnos de él y eso es el Panteón de Agripa. Como edil, en el 33 a.C., se dedicó a mejorar la infraestructura de Roma, construyendo acueductos, termas y mejorando los caminos.

Por ello, se evidencia que Marco Agripa se preocupó de la vida cotidiana de los romanos, mejorando el suministro de agua de la ciudad mediante la construcción de varios acueductos, incluido el Aqua Virgo. Además, supervisó la construcción de termas públicas y plazas, transformando la Roma republicana en una ciudad monumental, digna de ser el centro del mundo.

Sin embargo, su obra más trascendental fue el Panteón de Roma, el templo dedicado a todos los dioses. El edificio original, construido en el 27 a.C., no es el que hoy podemos ver (que fue reconstruido más tarde por el emperador Adriano en el siglo II d.C.), pero sí sentó las bases para uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.

Agripa supervisó personalmente la construcción del Panteón y su visión arquitectónica fue revolucionaria. El diseño original del templo incorporaba innovaciones que lo hacían destacar sobre cualquier otra estructura en Roma, como una amplia fachada con columnas majestuosas y, aunque el templo fue destruido, afortunadamente la inscripción en el friso del actual Panteón es la original, que aún le rinde homenaje: M·AGRIPPA·L·F·COS·TERTIVM·FECIT , "Marco Agripa, hijo de Lucio, lo construyó durante su tercer consulado".

Agripa murió en el año 12 a.C., a los 51 años, dejando un vacío enorme en la corte de Augusto.

A pesar de los siglos que han pasado, el legado de Marco Vipsanio Agripa sigue presente en cada rincón de la ciudad, desde las termas y acueductos que construyó, hasta la estructura monumental del Panteón de Roma, que sigue siendo testigo del paso de tiempo y el principal motivo por el que no podemos olvidarnos de la figura de Agripa. Reserva tus entradas para el panteón de Roma y celebra con nosotros la vida y obra de este genio de la antigüedad.